Verona en dos días, más allá de Romeo y Julieta

Verona en dos días, más allá de Romeo y Julieta

Autor: Roberto Ruíz

Ya lo dijo Romeo cuando Fray Lorenzo le anunció su destierro: “Fuera del recinto de Verona, el mundo no existe; sólo el purgatorio, la tortura, el propio infierno. Desterrado de aquí, lo estoy de la tierra, y el destierro terrestre es la eternidad”.

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Ya ha llovido un poco desde que Shakespeare pusiera esas palabras en boca del romántico Romeo en 1597, pero razón no le faltaba al enamorado de Julieta. La belleza de Verona sigue siendo motivo más que suficiente para plantearse una escapada de fin de semana y disfrutar de una de las ciudades más bonitas del norte de Italia.

En el siglo I a.C. ya era colonia romana por lo que tiene dos milenios de historia para compartir, desde importantes vestigios romanos hasta notables construcciones renacentistas, pasando también por un importante periodo medieval. Verona fue tomada por Napoleón y de sus manos pasó a las austriacas, dejando en sus calles casi un siglo de influencias muy presentes hoy en día. Una cosa con otra, y gracias al excelente estado de conservación de su patrimonio, Verona fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Un motivo más para que le dediques, al menos, un par de días de tu tiempo.

Qué ver en Verona en un fin de semana

Una vez pongas los pies en Verona tu primera parada debería ser su oficina de turismo, allí te facilitarán cualquier información que te pueda faltar, y entonces, con todo listo, retoma esta lista y toma nota de todo lo que no te debes perder.

La Arena de Verona y la Piazza Bra

El anfiteatro romano de Verona es el monumento más característico de la ciudad, es uno de los mejor conservados del mundo y se calcula que en sus gradas había cabida para 30.000 personas. En verano acoge conciertos de música clásica. Junto a él se encuentra la Piazza Bra, centro turístico de Verona por méritos propios.

La Casa de Julieta

No, Julieta no vivió aquí, nunca pasó de la ficción a la carne y hueso, pero una cosa es la realidad y otra lo que cuentan las leyendas y creencias populares. El edificio data del siglo XIII, perteneció a la familia Capello y su arquitectura es digna de ver. En su patio se encuentra una estatua de Julieta a la que, según la tradición, hay que tocarle un pecho para tener suerte y encontrar el amor verdadero. Tanto se lo tocaron que hoy en día la que encuentras en el patio es una copia y la original descansa dentro de la casa con un pecho agujereado.

Cuatro iglesias imprescindibles

Iglesias encontrarás muchas en Verona, pero al menos deberías centrarte en cuatro de ellas para no perderte lo mejor de lo mejor: la Iglesia de Anastasia, un fantástico ejemplo del gótico italiano; la Iglesia de San Fermo, dos iglesias en una, superpuestas; la Basílica de San Zenón, un buen ejemplo del románico de los siglos XIII y IX; y la Catedral de Santa Maria Matricolare, que es de estilo románico con añadidos posteriores, e incluye el baptisterio de San Giovanni in Fonte, la iglesia de Santa Elena y el claustro.

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La Torre dei Lamberti y la Piazza del Erbe

Con sus 84 metros es la torre más alta de Verona y, cómo no, desde ella se obtienen las mejores vistas de la ciudad. Para subir tienes por delante el reto de sus 368 escalones o, si lo prefieres, puedes optar por su ascensor. Está en la Piazza del Erbe, donde también se encuentra el Domus Mercatorum, la Fontana Madonna y la columna de San Marco. Vamos, un sitio al que ir sí o sí.

La Piazza dei Signore

También conocida como la Piazza Dante, pues en su centro se levanta una estatua del autor de La Divina Comedia desde 1865, la Piazza dei Signore se encuentra a la espalda de la Piazza del Erbe. Rodean la plaza diferentes palacios (Ragione, Cansignorio, Podestà…), por lo que arquitectónicamente no tiene desperdicio.

Castelvecchio, su puente y un paseo por el río al atardecer

En la orilla del río se levanta Castelvecchio, levantado en la segunda mitad del siglo XIV, que junto a su puente es otro de los símbolos de Verona. Cuenta con su propio museo de arte medieval, renacentista y moderno. Y para que tu visita sea del todo completa no dejes de dar un paseo por el río recorriendo el Lungoadige San Giorgio desde el Ponte Garibaldi al Ponte Pietra, y si es coincidiendo con la puesta de sol… mejor que mejor.

Info útil para sacarle partido a Verona

Verona Card – 24/48h

Verona cuenta con una tarjeta turística con la que visitar diferentes monumentos. Puedes elegir entre 24h (20€) y 48h (25€), está a la venta en diferentes puntos de la ciudad e incluye todos los monumentos anteriores y muchos más.

Gastronomía

Como en casi cualquier ciudad italiana en Verona la buena comida está asegurada. Uno de los platos más tradicionales es la pastisada de caval (carne de caballo guisada servida con polenta), imprescindible, como tampoco deberías perderte un aperitivo con spritz. Verona es tierra de vinos, el Valpolicella, el Prosecco y el Amarone son tres de los grandes, así como de dulces, muchos de ellos relacionados con Romeo y Julieta.

Moverte en Verona

Una vez en la ciudad el transporte te dará igual, tiene un tamaño muy abarcable a pie y es una ciudad en la que disfrutarás paseando. Eso sí, te vendrá bien un mapa de Verona. Como dato, del aeropuerto a la estación de tren de la ciudad hay un autobús, tarda 15 minutos y tiene un precio de 6€.

  Visto en: eldiario.es

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