Tras las huellas del Cuaternario en el norte de Granada

Tras las huellas del Cuaternario en el norte de Granada

Autor: Inma García/Imagen: Patronato Provincial de Turismo de Granada

No hace falta salir de España para observar un paisaje igual de impresionante que el Gran Cañón del Colorado o el Valle de la Muerte. Basta con pisar las tierras del norte de la provincia de Granada. Allí se encuentra uno de los paisajes más singulares de la Península Ibérica: una sucesión semidesértica de decenas de miles de cárcavas (socavones en rocas y suelos), rodeadas de sierras y las cumbres de Sierra Nevada, que nada tienen que envidiarle a las de Arizona o California. Es el Geoparque del Cuaternario de los Valles del Norte de Granada, un vasto territorio natural cuyo hilo conductor es la historia geológica de un río y un lago que, rodeados por algunas de las montañas más altas de la península ibérica, dominaron durante cinco millones de años.

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Durante ese periodo, en estas tierras se generó, además, uno de los mejores registros de rocas y fósiles del periodo Cuaternario de todo el planeta, con el más extenso conjunto de yacimientos paleontológicos de grandes mamíferos continentales de Europa, desde la perspectiva territorial así como desde la perspectiva cronológica.

En total, 1.410 kilómetros cuadrados, repartidos entre las comarcas de Guadix, el Altiplano y los Montes, de tierras inhóspitas de una belleza singular que incluyen un sinfín de lugares de interés, algunos de ellos de relevancia internacional. Aquí algunos de ellos:

Valle del Río Gor

A lo largo de miles de años, y en su discurrir por el norte de la provincia de Granada, el río Gor abrió un profundo y estrecho cañón cuyo fondo ocupa un espectacular valle que a través de los siglos ha albergado diferentes culturas, restos de las cuales se encuentran en varios asentamientos arqueológicos y, sobre todo, en los múltiples dólmenes que hoy pueden ser visitados en el Parque Megalítico de Gorafe.

En total, 240 dólmenesneolíticos diseminados en diez necrópolis, lo que supone una de las mayores concentraciones de este tipo de monumentos funerarios de España y hasta de Europa.

En la zona también se ubica el Centro de Interpretación del Megalitismo de Gorafe, que en 600 metros cuadrados explica al visitante qué es el megalitismo en su contexto cronológico y cultural. El centro, que cuenta con cinco espacios expositivos dotados con las últimas tecnologías y medios audiovisuales, también narra cuáles eran las sociedades que construyeron los monumentos megalíticos, en qué época vivieron y cuál era su forma de vida.

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Estación Paleontológica Valle del Río Fardes

Propiedad del Instituto Geológico y Minero de España, esta Estación nació en 2010 en el municipio de Fonelas para coordinar de forma paralela investigación, divulgación y docencia en torno al yacimiento de grandes mamíferos de inicios del Pleistoceno de Fonelas P-1. En la actualidad, alberga miles de fósiles de grandes mamíferos de dos millones de años de antigüedad. En concreto, 3.000 huesos fosilizados que representan a 38 especies de animales, entre las que se encuentra 24 grandes mamíferos como jirafas, rinocerontes, mamuts, félidos con dientes de sable, guepardos, cebras, hienas, tejones, lobos, chacales o linces.

Esta gran riqueza faunística sorprende por su variedad y permite una aproximación a lo que fue el sur de la Península Ibérica hace 2 millones de años. En los restos encontrados sorprende el mosaico de especies autóctonas coexistiendo con especies oriundas de África y Asia, lo que indica la existencia de importantes dispersiones faunísticas a lo largo de Europa en las que pudo estar implicado el género humano.

Desierto de los Coloraos

Es considerado uno de los paisajes más singulares de Europa y por méritos propios: sus grandes cárcavas y las formaciones de areniscas de diferentes colores recuerdan a los espectaculares parajes de películas y documentales. Este bellísimo paraje está ubicado en la localidad de Gorafe y su nombre se debe al color predominante en las formaciones geológicas de sus tierras arcillosas, aunque conforme avanzan las horas del día el desierto ofrece una paleta de colores de lo más variopinta en la que predominan los ocres, bermellones y amarillos.

El amanecer y el atardecer son los momentos ideales para disfrutar en todo su esplendor del sobrecogedor paisaje caracterizado por las caprichosas formas que la erosión ha edificado: relieves en ‘badlands’, también llamadas ‘malas tierras’ por la aridez y el carácter abarrancado que presentan.

Para acceder a ‘Los Coloraos’ es imprescindible contar con un todoterreno o, mejor aún, con los servicios especializados de una de las varias empresas que ofrecen visitas guiadas.

Mirador del Jabalcón

Desde una altitud de 1.492 metros, este cerro aislado situado en la Hoya de Baza y con una silueta inconfundible, domina las sierras de seis parques naturales, además de la altiplanicie de Baza, el pantano de Negratín, uno de los más grandes de Andalucía, y los baños termales de Zújar que ya aprovecharon los romanos. Una espectacular panorámica de 360º sobre gran parte del norte de la provincia de Granada que ayuda, sin duda alguna, a comprender su singular geología.

A este atractivo turístico natural se puede acceder en carretera, situado a once kilómetros de Zújar, y también se puede alcanzar el mirador con la práctica del senderismo a través de la delimitación de una ruta natural adecuada para este deporte. Además de esta belleza paisajística, el cerro de Jabalcón, donde está emplazado el mirador, es otro atractivo muy concurrido y apreciado para la práctica deportiva de vuelos como el parapete, vuelo deltas y vuelo sin motor.

Mirador del Fin del Mundo

Al Fin del Mundo se llega andando tras tomar una pista a la entrada del municipio de Beas de Guadix. Con las cimas de Sierra Nevada al fondo, este promontorio es el lugar perfecto para disfrutar de unas excelentes vistas de los desiertos y ‘badlands’ del norte de la provincia de Granada, así como de los paisajes que permiten comprender la evolución geológica de toda esta comarca.

Desde la zonas más altas, se pueden contemplar las montañas calizas de la Sierra de La Peza o Lugros y en un segundo nivel, el Camarate, el bosque mejor conservado de Sierra Nevada, que se viste de mil colores en otoño, así como los ‘badlands’ formados por la erosión de la arcilla, con las Cárcavas de Marchal como uno de sus referentes. Y es que estas peculiares formaciones de tonalidades marrones y ocres sobre el verde de la vegetación, declaradas Monumento Natural,  constituyen un conjunto de gran atractivo visual.

  Visto en: eldiario.es

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